Como seres primarios la alimentación es un elemento clave para nuestra supervivencia. Los principales actos sociales giran entorno a la comida, hemos creado una alimentación específica para niños, personas mayores, mujeres embarazadas o deportistas. Se han desarrollado planes de alimentación veganos, celíacos o centrados en alimentos no procesados, pero paradójicamente no lo hemos asociado a nuestra salud mental
A priori podemos pensar que la nutrición y la psicología no son dos conceptos que se asocien necesariamente. Sin embargo no hay que reflexionar mucho para caer en todas las enfermedades y trastornos asociados a la comida, no a los alimentos, pero sí con la forma de comer.
Cuando pensamos en trastornos alimentarios, nos vienen a la cabeza Anorexia, bulimia o trastorno por atracón, sin embargo son menos las veces en las que reflexionamos sobre si la forma en la que nos alimentamos favorece o empeora nuestro funcionamiento diario o nuestro estado de ánimo.
Parece claro que hay una relación directa entre los problemas emocionales y el desempeño de las funciones en el día a día, es decir, asumimos que una persona con problemas emocionales probablemente desempeñe peor sus principales roles laborales, personales y familiares.
Sin embargo no le atribuimos esa importancia a la relación con la comida, y nos cuesta entender como una inadecuada relación con la comida puede afectar a nuestro estado de ánimo o nuestro día a día.
En este blog de The World is Mind trataremos de analizar el porqué del párrafo anterior.
¿Porqué tradicionalmente no se le ha dado esa importancia? Quizá esté relacionado con la heterogeneidad en la gestión de las situaciones. Reflexionaremos sobre el contexto social, en la era con mayor exposición social, la era de los filtros, el siglo de los ultraprocesados y la década de los productos Highprotein.
La mala relación con la comida puede ser causa o consecuencia de los problemas emocionales? Es tan siquiera una variable determinante? Ya os adelanto que es un punto importante a analizar para la mayoría de psicólogos en sus terapias. Es lo mismo comer que alimentarse? .
Sergio Guillén García.